Lo que hacemos con nuestro smartphone puede afectar a nuestras emociones
No hay duda alguna de que, para bien o para mal, la tecnología móvil ha cambiado nuestras vidas por completo. Ahora, es mucho más fácil tener acceso a todo tipo de información en un solo click, ahora, podemos comunicarnos con cualquier persona en cuestión de segundos, en definitiva, todo es inmediato.
Sin embargo, esta inmediatez, esta sobredosis de información y esta costumbre, puede desencadenar consecuencias negativas para nuestra salud mental. Hoy, vamos a contarte cómo el uso del teléfono móvil puede afectar a nuestras emociones, pensamientos y conducta
Emoción y sentimiento
Aunque sea un término que utilizamos en nuestro día a día, no es tan fácil definir una emoción. Desde el punto de vista de la psicología, una de las ciencas que más a fondo ha estudiado las emociones, podemos definir estas como alteraciones psicofisiológicas, intensas y pasajeras, provocadas por algún estímulo o cambio ambiental. Para que no te líes, son reacciones de nuestro cuerpo, físicas o mentales, ante algo que nos está sucediendo, bueno o malo.
En cuanto a los sentimientos, son más duraderos y complejos que las emociones. Podríamos decir que son una evolución en el tiempo de las emociones. Por ejemplo, conoces a una chica, y en los primeros días que estás con ella sientes una emoción; la alegría. Conforme pasa el tiempo, tomas consciencia de ello, y esta emoción de alegría se acaba convirtiendo en un sentimiento de felicidad, mucho más permanente, aunque quizás menos intenso que al principio
Lo malo
El móvil nos hace tener celos y envidia
Es evidente que más de una pareja y más de dos, han tenido problemas por culpa del teléfono móvil. El acceso a toda la información sobre nuestra pareja en un solo dispositivo es algo peligroso. Cada persona es libre de tener su intimidad, el móvil no deja de ser un elemento personal, y nadie tiene por qué andar mirando lo que hacemos o no con él. ¿Por qué le ha dado like a esa persona? ¿Quién le ha mandado un mensaje directo? Son algunas de las preguntas que influyen en tu estado de ánimo, y no precisamente para bien.
Aparte de estos celos, el móvil nos puede hacer sentir envidia, ya que, en gran parte, la redes sociales, sirven para que cada cual muestre cómo es y su estilo de vida. Así, ha empezado una lucha en aplicaciones como Instagram, por ver quién tiene el estilo de vida más llamativo, agradable y perfecto, y prueba de ello es el tremendo éxito que están teniedo las cuentas con temática luxury life, en las que verás vehículos, mansiones, cuerpos perfectos y estilos de vida que la mayoría de los mortales no veremos nunca.
El móvil nos genera ansiedad
Inmediato, lo queremos todo de inmediato. El fenómeno de la recompensa inmediata se ha estudiado muchísimo en psicología, demostrándose que nuestro cerebro funciona en base a recompensas inmediatas, y no tanto a largo plazo. ¿No te lo crees? Vamos a ponerte un ejemplo.
Dinos, qué prefieres, ¿50 millones de euros, dólares o 1.000.000.000 pesos mexicanos ahora mismo? ¿o prefieres 60 millones de euros, dólares o 1.100.000.000 pesos mexicanos dentro de 20 años?
Si pudiéramos hacer la encuesta, os aseguramos que la mayoría escogería la primera recompensa, a pesar de ser notoriamente inferior respecto a la otra. Con nuestros teléfonos, pasa algo parecido. Si hablamos a alguien, queremos una respuesta, y la solemos querer pronto. Muchas personas, por suerte, son capaces de desconectar y tomar consciencia de que nadie tiene por qué estar pendiente del teléfono 24h, y que ya serás respondido cuando la otra persona buenamente pueda.
Sin embargo, en otros casos, y sobre todo en pre adolescentes, adolescentes y gente joven, el uso del móvil genera bastante ansiedad, cuando no se recibe respuesta por parte de alguien.
El móvil nos hace sentir dependencia
Necesito mi móvil, y sin él no puedo vivir. No imaginas la envidia que os tengo a los que sois capaz de ir de vacaciones sin el móvil, o de no contestar a los mensajes en todo el día. Para muchos, el móvil es un elemento que nos genera dependencia, aunque no debes confundirla con la adicción.
La dependencia al smarpthone, es el uso de este para evitar las consecuencias que tendría carecer de él, es decir, dependes de tu smartphone, porque si no lo usaras, estarías incomunicado. Una adicción, por su parte, supondría un uso compulsivo y desmesurado del mismo, sin justificación alguna. Son muchos los casos de personas que no utilizan demasiado el móvil, quizás 2 o 3 horas al día, sin embargo, no podrían vivir sin él, porque dependen de él para bastantes cosas.
Lo bueno
El móvil nos hace sentirnos menos solos
¡No todo iba a ser malo! El móvil nos ayuda a comunicarnos con nuestros amigos, familiares o compañeros de una forma muy cómoda. Sí, antes podíamos llamar a quien sea y contarle nuestra vida, pero ahora se lo podemos decir con memes, vídeos o GIFs, y en muchas ocasiones un simple mensaje de WhatsApp -o Telegram- puede arreglarnos el día.
El móvil nos permite divertirnos
Vídeos de gatitos, bromas, memes, los benditos memes, stickers… Gracias a nuestro móvil, podemos pasar algunos ratos de diversión, solos o acompañados.
El acceso inmediato a estímulos que nos producen esta sensación de alegría es algo maravilloso, y es que no tienes más que utilizar tu teléfono en algún momento que estés algo más “apagado” para recuperar el ánimo
Conclusiones
En definitiva, como todo en esta vida, el móvil tiene su lado bueno y su lado malo. No debemos obsesionarnos con él, ni hacer todo un mundo de lo que nos pase con las personas con las que nos relacionamos mediante él, ya que en la vida real, en persona, nada es como en internet.
Intentemos quedarnos con lo bueno, disfrutar de nuestro teléfono, de nuestros amigos, de nuestra pareja, y de la cantidad de información que podemos encontrar gracias al smartphone, sin complicarnos la vida y evitando problemas.
Fuente: andro4all.com