11 secretos para ser un buen jefe y 10 para no serlo.
Tras el éxito del artículo sobre 11 secretos para ser un buen líder y 10 para no serlo, el día de hoy decidí preparar algo similar para todas aquellas personas quieran ser jefes (o que ya lo sean).
La idea de este artículo es enseñar 11 secretos para ser un buen jefe y 10 para no serlo.
Hoy en día el mundo es bastante diferente al mundo que vivieron nuestros padres o abuelos, es un nuevo mundo que requiere que las personas aprender no solo a prepararse para ser mejores profesionales, sino también a dirigir a grupos de personas.
Es por esta razón que hoy mencionaré los 11 secretos para ser un buen jefe y 10 para no serlo. Secretos que nacieron gracias a mi experiencia de estar en ambos lados (Jefe y trabajador) como así también resultado de experiencias compartidas por otros conmigo o con clientes.
Un buen jefe sabe delegar
Cuando hablo de aprender a delegar me refiero a dejar de ser esa clase de jefe que trata de acaparar todo.
Aprender a delegar significa también aprender a confiar en otras personas.
Así que el primero de los 11 secretos para ser un buen jefe, es comprender la importancia de ir creando un sólido equipo, en el que podamos confiar para así delegar el trabajo y optimizar tiempos (y reducir estrés)
Un buen jefe sabe liderar
De este tema hablé mucho en el blog y es clave. Un buen jefe debe realmente ser un buen líder.
Muchos jefes están en esa situación ya sea por temporalidad, por amistad, a raíz de escalar posiciones de varias formas y hasta por suerte. Pero lo que realmente define a un buen jefe de un mal jefe es su capacidad de liderazgo.
Un buen jefe sabe ser duro y suave
El tercero de los 11 secretos para ser un buen jefe es aprender a ser duro cuando las situaciones ameriten.
Ser duro no significa ser malo, déspota o inclusive agresivo.
Significa saber tironear de la soga cuando hace falta, ponerse serio, ser un poco frío y empujar a las personas a que realmente cumplan sus obligaciones.
Sin embargo, también hay que aprender a ser suave.
Con esto me refiero a tener tacto con las personas, a saber cuándo te estás pasando de la línea y aprender también a ser un buen jefe con el mismo nivel que cuando te toca ser duro, pero a la inversa.
Un buen jefe sabe hacer las cosas
Hay una frase que siempre me gustó y que dice lo siguiente:
EL QUE SABE HACER SABE MANDAR.
Y es que esto es muy cierto.
Recuerdo haber tenido un jefe que me contrató para que maneje un área en la cual me especializaba y en la cual esta persona, no tenía casi nada de conocimientos.
Sin embargo (y lo divertido de la situación) es que siempre que se le presentaba algo, tenía un “pero” o exigía cosas que eran imposibles de realizar.
¿Te pasó alguna vez?
Entonces el día de mañana, para ser un buen jefe, recuerda que primero debes aprender a hacer algunas cosas, para luego no quedar como un loco exigente o una especie de déspota del trabajo.
Un buen jefe sabe acercarse sin ser un amigo
No está mal acercarse a los trabajadores, conocer sobre sus vidas o inclusive comprender cuando tengan malos momentos o situaciones complicadas.
Pero de ahí a convertirse en amigos, ese es otro tema.
Muchos jefes tratan de convertirse en un buen jefe buscando “caerle bien” a sus trabajadores y hasta inclusive sobrepasando la delgada línea entre trabajo y amistad.
Un buen jefe valora la meritocracía
Recuerdo que una vez tuve la suerte de diseñar el modelo de un auto de carreras de competición a pedido de un jefe (Una solicitud extraña porque no era ese mi trabajo) la cual acepté porque estaba con todas las energías de crecer en esa organización.
También recuerdo que de pronto el tema quedó en la nada.
Bueno, ni tan así.
Un día me despierto, prendo el televisor y comienzo a ver una carrera de autos en televisión. Pero había algo que llamó mi atención. Era el modelo de auto, los colores, hasta los sponsors que yo había puesto en el diseño.
Ese jefe nunca me agradeció, felicitó ni inclusive me comentó que él había presentado mi idea.
Esperaba por lo menos una invitación para ver la carrera o en el peor de los casos que me diga que el auto estaba listo y que lo vea por televisión.
Entonces el sexto de los 11 secretos para ser un buen jefe, es valorar el mérito de los demás y buscar la forma de agradecerlo.
Algunas veces será una palmada en la espalda, otra un ascenso o un mejor salario o por lo menos, un correo electrónico de felicitación.
Un buen jefe sabe escuchar
Cuando uno es jefe, debe asumir el rol y parte de ese rol es tomar decisiones.
Sin embargo el tener que tomar decisiones no significa tener el derecho a hablar y no escuchar a los demás.
Todo lo contrario.
Para ser un buen jefe, hay que aprender a escuchar para poder tomar las mejores decisiones.
Así que recuerda este consejo y nunca olvides que por algo tienes dos orejas y una boca.
Un buen jefe sabe todo sobre su trabajo
Esto va de la mano con el punto 4 el “Saber hacer”.
Un buen jefe debe saber todo sobre su trabajo y esto se logra a medida que se involucra con todas las partes de una organización.
Y esto es algo clave.
Ser un buen jefe no necesariamente significa que hay que saber hacer el trabajo de todos los demás, pero si saber qué hacen, cómo se hace algo, requisitos, procesos, funciones.
La lista es larga.
Recuerda entonces, involucrarte a fondo.
Un buen jefe está motivado
Esto es muy simple, si el jefe se desmotiva, va a desmotivar a toda la estructura.
No es algo simple, pero un buen jefe debe aprender a estar siempre motivado y motivado no significa necesariamente estar sonriendo y feliz. Significa que está siempre concentrado en hacer que las cosas sucedan.
Así que el noveno de los consejos para ser un buen jefe, es dominar el poder de la motivación, de la auto-motivación y obviamente de motivar a los demás.
Un buen jefe siempre está aprendiendo.
Si estás leyendo este artículo sobre los 11 secretos para ser un buen jefe, entonces estás por buen camino.
Un buen jefe siempre tiene que capacitarse, aprender, desarrollar nuevas habilidades e inclusive descubrir como explotar más su potencial.
Nunca dejes de aprender y de crecer, esto es clave.
Si no, puede que alguien lo haga por ti. Y eso es un problema grande.
Fuente:www.marianocabrera.com