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10 SECRETOS PARA SABER SI ERES UN MAL JEFE


Dicen que las personas no renuncian a las empresas, sino a los malos jefes y puede que sea cierto, sobre todo en el caso de las generaciones más jóvenes.

Mark C. Crowley, conferencista y autor del libro Lead from the heart (Lidere desde el corazón), dice que no se trata de los millenials sean personas flojas o desleales, sino que exigen porque saben muy claramente lo que quieren a cambio de su trabajo y están dispuestos a seguir buscando hasta que lo consigan. Trabajadores con dichas características no tolerarán por mucho tiempo a un mal jefe.

Ahora bien, ser un mal jefe no equivale a ser una mala persona. Según los expertos, un líder inteligente es capaz de identificar cuáles de sus características de liderazgo aquejan a su equipo y les da solución.

¿Es usted un mal jefe? Si tiene más 3 o más de estas 10 características, seguro lo es:

Un mal jefe desmotiva a sus empleados

Esto es cierto.

El primer indicio de que una persona no tiene el don de ser un jefe es que su comportamiento, su forma de expresarse, de relacionarse o de dirigirse a los demás, siempre desencadena en desmotivación.

De nada sirve para ser un buen jefe, andar desmotivando al equipo.

Un mal jefe no es comprensivo

Cuando me refiero a que un mal jefe no comprende, me refiero a ese jefe que no le importa no escuchar a los demás, es ese tipo de jefe que quiere que todo se haga como él quiere.

Esta situación solo logra que las personas se desmotiven y que inclusive se resientan a colaborar.

Evita ser un mal jefe tratando de abrir tu mente hacia los demás, escuchándolos y tratando de comprender sus argumentos.

Un mal jefe es inhumano

Si explotas a tus trabajadores, si realmente los tienes siempre amenazados, si les quitas sus vacaciones por cualquiera cosa, en resumen, si dejas de lado tu sentido de humanidad, entonces no vas por buen camino.

Más allá de trabajar en una empresa, las personas son seres humanos con emociones y hasta con situaciones complicadas en sus vidas.

A la larga, es mejor algunas veces que alguien por ejemplo arregle una situación complicada en su vida, para así no arrastrarla siempre a la oficina o al trabajo.

Un mal jefe es competitivo

Lo creas o no (y es algo que vi en algunas consultarías que hice) hay jefes que buscan competir con sus trabajadores.

¿Lo puedes creer?

Esto no se trata de una carrera por cuidar la posición de jefe, se trata de lograr que las cosas funcionen y que todos trabajen como si fuesen piezas de un reloj.

Así que deja de competir con tus trabajadores, forma un gran equipo y compite contra la competencia.

Un mal jefe tiene el ego por las nubes

Hay una gran diferencia entre saber mucho y andar refregándose a las personas la posición jerárquica que uno ocupa en una empresa.

Un jefe egocéntrico nunca podrá ser un buen jefe, porque siempre se pondrá a sí mismo, antes que a los demás.

Un mal jefe no cuida el ambiente de su empresa

¿Nunca fuiste a una oficina o empresa y viste las miserables condiciones en las que trabajan algunas personas?

Yo lo he visto y realmente me he asombrado de cómo algunas personas trabajan en ambientes sucios, llenos de polvo, sin materiales o sin recursos.

Un jefe que no se compromete, es un jefe que nunca busca crear un buen ambiente para sus trabajadores. Desde la limpieza del lugar, hasta los insumos, recursos o inclusive la flexibilidad en algunas actividades, todo influye en las personas.

Aprende a cuidar el ambiente de trabajo de tu equipo y descubre como las cosas cambian radicalmente.

Un mal jefe no se compromete

Existen muchas veces que las personas necesitan hablar con sus jefes ya sean por temas personales, laborales o inclusive para pedir una opinión. Lo peor que puede pasar es que el jefe nunca se quiera comprometer.

Para ser un buen jefe (y revisa nuevamente los 11 secretos para ser un buen jefe) debes involucrarte con los demás, comprometerte a colaborar con ellos y ayudarlos a crecer.

Recuerda, más crece tu equipo, más crece la empresa y por lo tanto, más crecerás tu.

Un mal jefe nunca aparece por el trabajo

Un buen jefe debe buscar un equilibrio. Un equilibrio que estará basado en las diferentes situaciones que atraviese la empresa.

Un jefe que aparece cada tanto, a cualquier hora, nunca podrá ser un buen jefe.

Así que esto es simple. Ve a la oficina las horas que requieran que estés ahí.

No se trata de estar 20 horas encerrado, pero tampoco de ir 2 o 3 horas por día.

Todo en exceso, es dañino.

Un mal jefe no hace crecer a su equipo

Existen jefes que tienen miedo que algún trabajador sepa más que él o aprende más y le termine ganando el puesto.

Esto es una tontería.

No es necesario ser un genio para ser jefe. Lo que hace falta es saber cómo lograr que las personas crezcan y ayudarlos.

A la larga ayudando a tu equipo, vas a descubrir que realidad vas a crecer tu también.

Un mal jefe no leyó ni leerá nunca este artículo

Si llegaste hasta este punto es que realmente te interesa aprender los secretos para ser un buen jefe como así también las razones para no serlo y así evitarlas.

Así que felicidades, llegaste al final del artículo y realmente te interesa este tema.

Un mal jefe, en verdad nunca leerá este artículo hasta el final, porque simplemente no le interesa como dejar de ser un mal jefe.

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